¿Cómo podemos saber si nuestro hijo tiene trastornos del sueño? (III)

The girl on the bed screaming covering his ears with his hands

Hoy acabamos con la serie de posts sobre el trastorno del sueño en niños. 

Recuerda que si tu hijo padece alguno de estos síntomas es muy importante que acudas a un especialista. Así, desde el Instituto Andaluz de Sexología y Psicología podemos ayudarte. No dudes en contactar con nosotros a través del teléfono 952 60 28 28 o del email iasp@iasexologia.com

Trastornos respiratorios relacionados con el sueño: 

En esta categoría encontramos todos los problemas respiratorios que impactan de manera directa sobre el sueño del menor. En este sentido, no sería tanto un trastorno de sueño, sino un elemento externo que influye sobre este.

De este modo, el niño que ronca o sufre apnea, dormirá de manera irregular, ya que se despertará frecuentemente; o bien dormirá de seguido, pero no descansará como debiera y se sentirá agotado durante el día.

Parasomnias infantiles: sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas:

Las parasomnias infantiles son un fenómeno que hacen que el niño no distinga entre sueño y vigilia. Se producen mientras el menor duerme y, al despertar, la recuperación de la consciencia es parcial. Esto hace que, pese a estar aparentemente despierto, el niño pueda seguir experimentando un sueño o una pesadilla.

Los terrores nocturnos, por su parte, suelen ser más complicados. Se trata de unas pesadillas particularmente virulentas, en las que el menor se despierta parcialmente. Así, puede moverse o pedir ayuda, aunque en realidad sigue dormido. Normalmente, tras el episodio y una vez despierto, el niño no recuerda lo ocurrido.

Por último, en el caso del sonambulismo hablamos de una parasomnia más acusada. Aquí el niño se encontrará en un estado entre despierto y dormido, aunque sin ser consciente de ello. 

Somnolencia diurna excesiva: hipersomnia, narcolepsia

La hipersomnia es uno de los trastornos del sueño en niños más frecuentes. Es justamente la alteración del sueño contraria al insomnio; quienes la padecen tienen dificultades para mantenerse despiertos y activos. Su rasgo más característico es, por tanto, la incapacidad para permanecer en vigilia. 

La narcolepsia, por su parte, es una forma agravada de hipersomnia. Es el caso característico de aquellas personas que caen dormidas de manera repentina, sin haber intentado dormir.

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