Tal y como vimos la semana pasada, volver a la rutina después de un periodo de descanso, como unas vacaciones, puede ser un reto psicológico importante. Una transición que puede generar estrés, ansiedad e incluso tristeza, y que hace que el retorno a la vida cotidiana sea complicado.
Por ello, hoy en el IASP te damos algunas claves para prepararte psicológicamente para la vuelta a la rutina.
3. Establece objetivos realistas
Después de un tiempo de descanso, es tentador querer ser extremadamente productivo desde el primer día. Sin embargo, es importante ser realista con tus expectativas.
Es normal que los primeros días te sientas más lento o que necesites tiempo para retomar el ritmo habitual. Intenta dividir tus tareas en metas más pequeñas y alcanzables.
Establecer objetivos realistas y progresivos te permitirá sentirte satisfecho con los avances que logras, en lugar de frustrarte por no cumplir con expectativas poco razonables.
4. Cuida tu bienestar físico y emocional
Tu bienestar físico tiene un impacto directo en tu salud mental. Por ello, es crucial que te asegures de dormir lo suficiente, comer adecuadamente y hacer ejercicio regularmente. Estos hábitos te ayudarán a tener más energía y a sentirte mejor contigo mismo.
Además, cuidar de tu bienestar emocional es igual de importante. Dedica tiempo a actividades que disfrutes y que te ayuden a relajarte, como leer, escuchar música o pasar tiempo con amigos. No todo tiene que ser trabajo; integrar momentos de ocio en tu rutina puede ser la clave para afrontar el día a día de manera más equilibrada.
5. Evita el temido «Lunes de golpe»
Si es posible, evita volver a la rutina de manera brusca. Por ejemplo, si tu descanso ha sido largo o si estás regresando de unas vacaciones, intenta hacerlo gradualmente.
En lugar de retomar todas tus responsabilidades de golpe, comienza tu regreso uno o dos días antes, dedicando ese tiempo a prepararte y organizarte. Así, el primer día oficial de trabajo o estudio no será tan abrumador y te sentirás más preparado.