
Tal y como hemos visto durante las últimas entradas de nuestro blog, volver a la rutina después de un periodo de descanso, como unas vacaciones, puede ser un reto psicológico importante. Una transición que puede generar estrés, ansiedad e incluso tristeza, y que hace que el retorno a la vida cotidiana sea complicado.
De esta forma, hoy en el IASP te damos algunas claves para prepararte psicológicamente para la vuelta a la rutina.
Mantén una actitud positiva
A veces, la forma en que percibimos la vuelta a la rutina es lo que más influye en nuestra experiencia. Si te enfocas en los aspectos negativos, es probable que el estrés aumente.
En cambio, si tratas de ver los aspectos positivos del regreso, como la oportunidad de retomar proyectos importantes o volver a ver a compañeros de trabajo o amigos, tu mentalidad cambiará. Mantén una actitud optimista y agradece las cosas buenas que trae consigo la rutina.
Busca apoyo si lo necesitas
No dudes en pedir apoyo si te sientes abrumado. Hablar con amigos, familiares o un profesional de la salud mental puede ayudarte a gestionar mejor el estrés o la ansiedad. Muchas veces, el simple hecho de compartir nuestras preocupaciones nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y a encontrar soluciones que quizá no habíamos considerado.
Conclusión
La vuelta a la rutina no tiene por qué ser un proceso estresante o traumático. Prepararte psicológicamente, aceptando el cambio y tomando medidas concretas para organizar tu tiempo, cuidar de ti mismo y mantener una actitud positiva, hará que esta transición sea mucho más llevadera. Recuerda que es completamente normal sentir una ligera resistencia al principio, pero con el tiempo, volverás a retomar el ritmo y a sentirte cómodo en tu día a día.