Los ataques de pánico, también conocidos como crisis de ansiedad o de angustia, son un tipo de trastorno de ansiedad en que la persona que lo sufre tiene ataques repetitivos de intenso miedo de que algo malo le ocurra. Pero, ¿qué son?, ¿por qué suceden?, ¿a quién afectan y qué sienten las personas que lo padecen?
Los expertos manifiestan que es una reacción de ansiedad muy intensa que se acompaña de la sensación de no ser capaces de controlar esta reacción e, incluso, con sensación de peligro de muerte inminente.
Los desencadenantes de este desorden son el tipo de pensamientos catastrofistas que las provocan (como muerte inminente, ataque al corazón, mareos y pérdida de conciencia, entre otros) y la hiperventilación (respiración rápida que puede unirse a sensación de falta de aliento) que genera un aumento de activación fisiológica generalizada. Los pensamientos catastrofistas se originan por una incorrecta interpretación de síntomas de ansiedad (activación fisiológica).
Desde la American Psychiatric Association (APA) señalan cuáles son los criterios necesarios para diagnosticar un ataque de pánico: que sea una aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los síntomas que se citan a continuación, que se inician de forma brusca y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos.
- 1. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca.
- 2. Sudoración.
- 3. Temblores o sacudidas.
- 4. Sensación de ahogo o falta de aliento.
- 5. Sensación de atragantarse.
- 6. Opresión o malestar torácico.
- 7. Náuseas o molestias abdominales.
- 8. Inestabilidad, mareo o desmayo.
- 9. Sensación de irrealidad o de estar separado de uno mismo (despersonalización).
- 10. Miedo a perder el control o volverse loco.
- 11. Miedo a morir.
- 12. Parestesias.
- 13. Escalofríos o sofocos