En muchas ocasiones nos vemos en la difícil situación de tener que cuidar a algún familiar impedido o enfermo que necesita de nuestra ayuda. En estos casos nuestro estado anímico o psicológico se puede ver muy afectado hasta el punto de que nos afecte seriamente a nuestra calidad de vida y nuestra salud.
Cuando un familiar necesita nuestra ayuda, sin pensarlo dos veces cuidamos de él o ella pero en ocasiones tiene consecuencias si no lo hacemos correctamente. Para cuidar de un familiar debemos tener muy clara la situación y las funciones que vamos a tener que desempeñar como, bañar, limpiar, alimentar, curar, etc.
Muchas personas cuidan cada día a algún familiar, con un tipo de dependencia concreta, que demanda de sus atención y cuidados. El trabajo que esto supone puede provocar en la persona cuidadora múltiples sentimientos que le hagan tener pensamientos muy diferentes, a menudo negativos como, por ejemplo:
- Depresión
- Cansancio tanto físico como anímico
- Impotencia
- Pena
- etc.
Cuidamos de la persona en cuestión muchas horas al día de la mejor forma que sabemos, ofreciéndole todo lo que está en nuestra mano pero si esta situación se alarga en el tiempo, puede resultar más que difícil. Si no somos cuidadores formados profesionalmente y no tenemos la preparación necesaria en asistencia o psicología, la situación puede resultar muy difícil.
Ponte en contacto con profesionales y solicita información sobre la mejor manera de llevarlo a cabo. En el Instituto Andaluz estamos especializados en psicología para personas de todas las edades. Llámanos y te informaremos.