Normalmente y en la vida real, no hay un tipo de persona que sea exactamente introvertida o puramente extrovertida. A veces, una persona puede tender más hacia un lado que a otro y, otras veces, no. Aunque sí es cierto que en algunas personas predomina más una forma de ser que la otra.
Los introvertidos no son personas antisociales como muchos pueden creer erróneamente, pero sí necesitan pasar un poco más de tiempo a solas, conversar con otras personas de dos en dos o en grupos pequeños y trabajar en solitario o con pocas personas.
Los extrovertidos recargan sus pilas cuando tienen una audiencia y la soledad no les resulta tan atractiva. Aunque hay que aclarar que la soledad no es sentirse solo. Muchas veces se juzgan ambos tipos de personas por estereotipos que no siempre se cumplen.
Personas extrovertidas
Se caracterizan por saber moverse muy bien en grupos grandes de personas, organizar muchas personas a su alrededor y tener madera de líderes. Les gusta la gente y por eso suelen ser divertidos y tienen mucha energía, aunque eso también implica que les gusta ser el centro de atención. Sin embargo, son encantadores y son una excelente compañía.
Personas introvertidas
Las personas más introvertidas tienden a relacionarse con la gente en grupos pequeños, de dos en dos a cinco personas como mucho. Suelen necesitar un tiempo para recargar las pilas y volver a salir con gente, pero esto no significa que no les guste relacionarse, sino que lo hacen poco a poco.
Al contrario que las personas extrovertidas, ser el foco de atención puede resultarles algo molesto, pero en grupos pequeños esto no es un problema.