La vida nos pone a vece situaciones que no podemos controlar y pueden causarnos un gran dolor. Nadie lo pone en duda, son vivencias que alguna vez que otra tendremos que experimentar alguna vez.
Sin embargo, hay personas que se centran solo en esos aspectos negativos y tristes, y terminan creyendo que la vida es eso. Otras, al contrario, prefieren centrarse en las cosas que sí pueden controlar, prefieren apostar por ser felices o, al menos, lo intentan. Y tú, ¿eres feliz? ¿Qué diferencias existen con las personas que no lo son?
- Las personas felices abrazan el cambio. La gente infeliz le teme.
El cambio es uno de los retos más difíciles que podemos enfrentar en la vida. A la mayoría de las personas les resulta más fácil quedarse en su zona de confort, donde saben perfectamente qué pueden esperar y tienen todo relativamente bajo control. Sin embargo, en esa zona no existe la felicidad porque ser feliz también es vivir experiencias nuevas, atreverse a ir más allá de nuestros límites y evolucionar constantemente.
- Las personas felices hablan de ideas. La gente infeliz habla de los demás.
Las personas felices se centran en sí mismas, se esfuerzan por clarificar lo que quieren y trazar el camino para alcanzarlo. Uno de los grandes secretos de la felicidad consiste en abandonar la crítica. Esa necesidad de hablar de los demás. Pierde una energía valiosísima que podría utilizar para mejorar sus vidas.
- Las personas felices asumen la responsabilidad por sus errores. La gente infeliz culpa a los otros.
En nuestra sociedad existe la creencia de que los errores son algo negativo, por lo que resulta muy difícil que las personas los asuman de buena gana. Sin embargo, poner la culpa en los demás es el camino más directo a la infelicidad. Sin embargo, las personas felices son capaces de asumir la responsabilidad por sus acciones, sin sentir que han fracasado o cargar sobre sus espaldas con el fardo de la culpa.
- Las personas felices perdonan. La gente infeliz guarda rencor.
Uno de los sentimientos más dañinos que podemos experimentar es el rencor, que no solo nos hace infelices sino que además desencadena una serie de reacciones a nivel fisiológico que aumentan nuestra propensión a enfermar. Por ello, las que sin son felices necesitan perdonar y seguir adelante.
- Las personas felices se centran en lo positivo. La gente infeliz es pesimista.
Las personas felices no son optimistas ingenuos, al contrario, pueden llegar a ser muy realistas y son capaces de mantener sus expectativas bajo control, pero prefieren centrarse en los aspectos positivos de la vida. La gente infeliz se centra en los aspectos negativos de las situaciones, por lo que terminan desarrollando una visión pesimista del mundo.
- Las personas felices aprovechan las oportunidades. La gente infeliz se queda de brazos cruzados.
Las felices están dispuestas a tomar en consideración diferentes alternativas. Estas personas saben que pueden equivocarse, pero prefieren arriesgarse que quedarse de brazos cruzados.
- Las personas felices siguen sus propios sueños. La gente infeliz se ata a las opiniones de los demás.
Las personas felices sueñan como si fueran a vivir eternamente y viven como si fueran a morir mañana. Tienen planes de futuro, al contrario que los infelices que deja que, sean los demás quienes dicten sus metas, dependen de sus opiniones y valoraciones.