Las vacaciones son necesarias. Todo trabajador requiere de un tiempo (más o menos largo, depende de cada uno) para desconectar de la dinámica empresarial, descansar, reponer fuerzas y redescubrirse a sí mismo.
Muchas veces nos vemos sumergidos en la mecánica laboral y nos angustiamos por asuntos que acaban siendo más sencillos de solucionar que lo que parecen.
El periodo vacacional es ideal para romper con el horario habitual que tengamos. Eso nos ayudará a evadirnos mentalmente. Hay personas que prefieren apretar su agenda al máximo y hacer muchas actividades durante estos días, otras, en cambio, optan por un ritmo más sosegado buscando el descanso físico. Cualquier opción es buena siempre que logremos trasladarnos a una realidad ajena al día a día.
Otros consejos: cambie el look, córtese el pelo, vístase de modo desenfadado, llame a esos amigos que hace tiempo que no ve, viaje a un lugar bonito. En definitiva, sea espontáneo y atrevido. No se trata de sumirnos en el hedonismo, sino simplemente, de darnos un homenaje que nos merecemos para recargar pilas y ser protagonistas de nuestras vacaciones.