Seguramente sea el problema que dé más vergüenza contar a los hombres. La imposibilidad de mantener relaciones sexuales plenas por la disfunción eréctil no es sólo un problema físico, sino que además, genera importantes trabas psicológicas a ambas personas de la relación por no satisfacer plenamente a sus parejas.
Muchas veces se asocia este problema a causas erróneas, pero en la mayoría de los casos, este problema viene como consecuencia de algunos factores que hoy, desde el Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, os explicamos:
- Diabetes: Esta enfermedad puede producir disfunción eréctil. Es un trastorno que disminuye la circulación de la sangre y el pene, al ser un cuerpo carvenoso que erecta cuando se llena de sangre, ve imposibilitado su desarrollo.
- Hipertensión arterial: La comunidad científica la sitúa como la segunda causa más usual de la disfunción eréctil. Al producirse una vasoconstricción de las arterias y venas, la sangre no circula con normalidad, por lo que, al igual que en el caso anterior, no consigue el nivel de sangre necesario.
- Como en los dos casos anteriores, el colesterol que se acumula en las paredes de los vasos sanguíneos, también impiden el flujo de ésta.
Pero también existen causas psicológicas. El miedo a no satisfacer a tu pareja, el estrés, o la ansiedad por alguna circunstancia especial, hace que la propia sugestión produzca un debilitamiento de la erección. Con el consiguiente efecto espiral.
Pero esto no es un problema aislado. Se calcula que más del 25% de los hombres de más de 40 años en España está afectado por esta patología. Esto no quiere decir que con una sola vez que ocurra podamos hablar de disfunción. Los expertos aseguran que se diagnostica con un lapso de tiempo de en torno a los tres meses.