El acto de reír es algo que hacemos de forma involuntaria, pero, tras ella se esconde un mundo de sentimientos y emociones.
Cuando nos reímos estamos activando más de 300 músculos de nuestro cuerpo lo que ayuda a tener una piel tersa y joven. La risa está localizada en la zona prefrontal de la corteza cerebral, donde reside la creatividad, capacidad para pensar en futuros próximos.
A medida que vamos creciendo, ganamos en madurez pero perdemos la espontaneidad de dejarnos llevar por la risa, o incluso de ver el lado positivo y cómico de las cosas. De ahí que haya veces que convenga recordar cómo reír. Existen terapias para ello, destacando la Risoterapia.
Otros beneficios en nuestro cuerpo son: mejora la circulación de la sangre y los niveles de oxígeno, pero, se ha descubierto que es un gran analgésico natural.
La risa es un calmante natural ya que potencia la segregación de endorfinas, sustancias que tienen como función aliviar el dolor. También posee efectos positivos en la regulación del sistema inmunológico, cuando estamos riéndonos incrementamos la producción de anticuerpos y activamos de manera especial los linfocitos del tipo T citotóxicos, fundamentales para evitar la formación de tumores.
Ha quedado demostrado también que la risa ayuda a combatir el estrés, propicia la relajación y el bienestar general de todo el cuerpo y alivia los síntomas de la depresión y la ansiedad y muchas veces puede ayudar a vencer el insomnio.