Normalmente cuando nos hacen daño, el primer instinto como persona es vengarnos de aquella otra persona que nos está haciendo pasar por un mal trago. La psicología nos dice que no, que lo mejor es la indiferencia. La mejor venganza es no vengarte, ¿por qué?
Desde el Instituto Andaluz de Sexología y Psicología os aconsejamos que lo mejor en estos casos es decirle adiós al odio y a la rabia, que es lo que nos hace que actuemos con venganza, y hacer justo lo contrario, demostrar que podemos ser felices, y mucho.
La mejor estrategia es seguir hacia adelante, no prestarle mucho atención a esa persona, ya sea una pareja, un amigo, un compañero o algún familiar. Debemos llevar la mirada firme, hacia el frente, como eso que dicen de “con la cabeza bien alta” y el corazón bien descansado, ya que hay pesos que no conviene llevar con uno mismo demasiado tiempo. No merece la pena, y al final nos daremos cuenta y nos sentiremos mejor con nosotros mismos.
Confucio decía con gran acierto que, “antes de iniciar el viaje de la venganza debemos cavar dos tumbas. La nuestra y la de nuestro adversario”. La filosofía siempre nos ha proporcionado marcos de referencia desde los que reflexionar sobre el acto de la venganza y las consecuencias morales vinculadas a esta práctica tan popular y a la vez tan atractiva.
Desde el punto de vista de la atracción, ha sido un comportamiento humano que siempre nos llama la atención, no podemos decir que no. No hace falta decir que la venganza es un tema muy común en el cine, la literatura, el arte, la música y sobre todo, en nuestro día a día.
Algunos expertos dicen que la venganza es como un medicamento: recetado en pequeñas dosis alivia, pero consumido en altas cantidades puede matarnos.
Otro gran ejemplo es el de Edmón Dantés o el Conde de Montecristo. Este inolvidable personaje de Alejandro Dumas nos enseñó que la mejor venganza se sirve fría, sin prisas y perfectamente calculada.
La venganza nos atrae e incluso en ocasiones hasta llegamos a justificarla. Sin embargo ¿qué procesos psicológicos existen detrás de este acto? ¿alguna vez nos hemos preguntado qué hay detrás de las personas que hacen uso de la venganza de forma casi constante?
- Persona -que reacciona ante cualquier ofensa grande o pequeña de forma vengativa- hay una mala gestión emocional y una escasa capacidad de autoconocimiento (cuando alguien me ofende dejo ir mi rabia y mi odio).
- Son perfiles que creen disponer de la verdad absoluta y universal. Ellos son la ley y la justicia, ellos son el claro ejemplo de lo que toda persona debería ser.
- Presentan además un pensamiento dicotómico, o estás conmigo o no lo estás, las cosas se hacen bien o se hacen mal.
- Suelen tener una empatía muy baja.
- Ni perdonan ni olvidan, viven supeditadas a su pasado y al rencor.
Como podemos ver, a modo de conclusión, desde este encuadre psicológico y emocional, la venganza o el deseo de ella no ofrece beneficio alguno.