Es `La primavera la sangre altera ´ ¿simplemente un dicho? La llegada de la primavera influye a los individuos de diferentes maneras.
Toca adaptarse al buen tiempo, tarea que no se debe resumir a cambiar el abrigo por la chaqueta.
Por lo general, esta estación nos evoca el despertar de la vida, de la comunicación, del amor y la sexualidad. El trastorno hormonal relacionado con el exceso de energía y la atracción sexual pueden llevar a lo que comúnmente llamamos euforia primaveral.
Sin embargo, algunos experimentamos el efecto negativo de este impacto emocional, a veces efecto rebote de dicha euforia: la astenia primaveral. A veces sufrimos apatía, cansancio, sueño diurno e insomnio, incluso dolor muscular o melancolía. No nos concentramos igual en el trabajo o en los quehaceres diarios y nos sentimos desmotivados.
¿Por qué?
Los cambios de condiciones climatológicas (la luz y la presión atmosférica), de horario (adelantar la hora) y de rutinas (anochece más tarde) en efecto alteran el organismo.
¡Pequeñas metas para todos!
- Descansar: necesitamos dormir unas 8 horas diarias, evitando cenar antes de irse a la cama y apagando la pantalla de la tv o del ordenador pronto.
- Comer sano y ligero: en particular, más fruta, verdura y cereales respetando los horarios y evitando alimentos de digestión pesada.
- Beber agua: hay que mantenerse hidratado en todo momento.
- Ejercicio físico moderado y con regularidad: ya se puede pasear sin bufanda ni guantes, así que no dudemos en salir de casa a respirar aire puro un rato todos los días.
¡Alegría que ha llegado la primavera!