Los principales trastornos sexuales y psicosexuales (II)

Man feeling bad and seated on the bed

Tal y como adelantamos la semana pasada, el comportamiento sexual es una de las áreas de la conducta humana en la que es más difícil establecer el límite entre lo normal y lo patológico.

¿Quieres saber más? Pues hoy desde el IASP te lo contamos todo.

Disfunciones sexuales

Las disfunciones sexuales incluyen todas las alteraciones que se producen durante el acto sexual, pueden presentarse al inicio de la vida sexual o incluso más adelante. Las causas pueden ser físicas, psicológicas o ambas. Dentro de esto tenemos varias:

Trastornos del deseo sexual

Los principales trastornos del deseo sexual son los siguientes:

  • Deseo sexual inhibido: caracterizado por un déficit en las fantasías sexuales y en la falta de deseo sexual. Esta apatía no solo incluye desinterés por el sexo también por toda conducta sexual como la masturbación. 
  • Trastorno por aversión al sexo: las personas con este trastorno evitan todo contacto genital. Suelen presentar un elevado nivel de ansiedad y pánico ante el acto sexual. 
  • Trastorno de la excitación sexual: Trastorno de excitación en la mujer, fallo en mantener la lubricación propia de la excitación sexual hasta la terminación de la actividad sexual. Y el problema de erección en el hombre, fallo total o parcial para obtener o mantener la erección hasta el final del acto sexual. 
  • Trastornos del orgasmo: incluye las disfunciones sexuales masculinas y femeninas y la eyaculación precoz
  • Trastornos por dolor: en las mujeres, encontramos la Dispaurenia femenina: un 12% de las mujeres lo padecen. Aparece asociada a problemas de vaginismo normalmente. El dolor puede presentarse en todos los intentos de coito o en determinadas posturas. Entre las posibles causas suelen ser trastornos en la vagina o deformaciones. En los hombres puede darse dolor en la eyaculación o infecciones de uretra.
  • Vaginismo: puede darse aun cuando la mujer responde de manera adecuada a la excitación sexual. El problema llega a la hora de realizar el coito, se produce un espasmo reflejo que hace que se contraigan los músculos de la vagina provocando así el cierre de la abertura vaginal.

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