Con el buen tiempo llegan por fin las esperadas vacaciones. Aprovechamos para desconectar del mundo y hacer todo aquello que no pudimos hacer cuando de verdad nos apetecía. Pero hay otra cosa a la que en verano hacemos más caso: las relaciones sexuales. Tanto para los solteros como para los que ya encontraron a su media naranja, el verano es el momento idóneo para tener acercamientos íntimos.
Uno de los problemas más comunes que suele surgir en esta época viene dado por la frustración que se genera al ponerse unas metas demasiado altas. O mejor dicho, subimos tanto las expectativas que nunca se pueden llegar a cumplir.
Aunque no pensemos que el verano y el tiempo juntos lo arregla todo. Es más, si existen problemas intrínsecos en la pareja, las vacaciones pueden llegar a ser una tortura. En ese caso, es mejor que exista una buena comunicación entre ambas partes (Sí, este es un truco muy bueno para que la relación dure). Hablar en un tono distendido y cordial hace las delicias de Cupido.
Estos dos aspectos, las expectativas y la comunicación, son buenos ingredientes para que aumente (o surja) el deseo y la atracción con la otra persona o que conozcas a alguien nuevo.