Tal y como explicamos la semana pasada, la neurobiología del amor nos muestra que el enamoramiento es una respuesta biológica y neuronal. Un tema que Francisco Cabello Santamaría, director del IASP, ha estado investigando los últimos años.
¿Quieres saber más sobre este concepto? Pues toma nota.
La neurobiología del amor desde la bioquímica
Hormonas, neuromoduladores y neurotransmisores: estos son los culpables del enamoramiento. Más específicamente, podemos distinguir tres sustancias que influyen en el amor: la dopamina, serotonina y oxitocina.
- Dopamina:
La dopamina es un neurotrasmisor que genera emociones positivas y se relaciona con el deseo sexual, la motivación y la adicción.
La clave de la dopamina y el amor se encuentra en el sentimiento de euforia. Cuando nos sentimos atraídos por una persona, liberamos dopamina y esto afecta a nuestro cerebro activando distintos puntos que despiertan a nuestro hipotálamo.
De esta forma, la respuesta emocional que tenemos ante la atracción sexual es la de bienestar.
- Serotonina:
Al igual que la dopamina, la serotonina genera respuestas de satisfacción y bienestar. Pero, es que además, cuando el nivel de serotonina es bajo se relaciona con sentimientos de obsesión. Y, de alguna manera, cuando alguien está enamorado y lejos de su pareja los niveles bajan, creando pensamientos transitorios y obsesivos con esta persona.