Durante las últimas semanas hemos visto que la neurobiología del amor nos muestra que el enamoramiento es una respuesta biológica y neuronal. Un tema que Francisco Cabello Santamaría, director del IASP, ha estado investigando los últimos años.
¿Quieres saber más sobre este concepto? Pues toma nota.
Oxitocina
La oxitocina es un neuropéptido que prueba que los sentimientos de conexión y los vínculos afectivos y desempeñan un papel vital incluso en el feto. Se genera en el hipotálamo e interviene en los orgasmos o el parto. Además de promover una sensación de tranquilidad y bienestar, reduce el cortisol (responsable de la ansiedad).
La neurobiología del amor romántico
Observar a nuestra pareja en las primeras fases del enamoramiento activa áreas del cerebro relacionadas con la motivación y la recompensa subcorticales.
Los factores emocionales individuales también se procesan en las regiones corticales límbicas. Así, nos enfocamos en nuestra pareja y pasamos del deseo a la atracción.
La neurobiología del amor a largo plazo
El amor no tiene fecha de caducidad: en un estudio realizado a parejas casadas durante un promedio de 21 años, se demostró que en este tipo de amor se activan las mismas áreas de recompensa que en el amor romántico.
Además, también se estableció que ciertos circuitos que intervienen en el amor materno también se activaban. A esto se le denomina apego.