La Terapia Sensoriomotriz es una modalidad de terapia verbal, que parte del cuerpo como el gran aliado en la intervención.
De esta manera, está orientada a buscar que la persona pueda procesar a través de lo corporal los recuerdos y efectos neurobiológicos del trauma o de la herida del desarrollo que está produciendo los síntomas.
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¿En qué se basa?
El cuerpo es un recurso que nos permite existir en el mundo que nos rodea, aunque muchas veces se vive como lejano y es excluido de nuestra conciencia. Este tipo de terapia parte de la comprensión teórica de que la forma, la estructura y el movimiento del cuerpo, son reflejos de las creencias restrictivas que se han ido internalizando a lo largo del desarrollo, a raíz de las posibles necesidades psicológicas y emocionales que han quedado insatisfechas, o que se han experimentado de forma conflictiva.
Esta terapia propone, a través de la autoobservación y el trabajo corporal, generar un cambio en los pensamientos, emociones y comportamientos, relacionados con una experiencia traumática.
¿Cómo funciona?
Durante las sesiones de Psicoterapia Sensoriomotriz, se aplican ejercicios específicos en conciencia plena, intentando acceder desde lo corporal a los recuerdos que están ligados a experiencias traumáticas. Aunque podamos no ser conscientes de ellas, éstas igualmente producen malestar y pueden ser el origen de algunos síntomas de ansiedad y depresión.
Explorar sobre las expresiones físicas y sensoriales, aprender a reconocerlas, aceptarlas y transformarlas, permite comprender los significados de los procesos que están presentes en el cuerpo y en el cerebro, así como la influencia que tienen en el resto de áreas de la persona.