Cuando dos personas deciden unirse legalmente comienza un nuevo proyecto. La casa, el coche, la familia, la mascota y un largo etc. Pero lo que a veces no imaginamos es que, es posible que las cosas no salgan como lo habíamos planeado en un principio y puede que llegue el día en el que la separación sea la mejor solución teniendo que llegar a un acuerdo amistoso o luchar por el reparto de los bienes comunes.
En el caso de la mascota, si era de uno de los cónyuges antes de la unión legal no habrá duda que será quien se quede con la custodia total del animal. Puede darse tres tipos de custodias si la pareja no llega a ningún acuerdo amistoso: la custodia única porque la mascota ya era de uno de ellos antes del enlace, la custodia única con indemnización porque así se decide legalmente y la custodia compartida. Cuando se estipula un régimen de visita, y cuidados del animal.
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