Tras estas siglas se encuentra el grupo de trastornos más estudiados dentro del ámbito del comportamiento. Hablamos de los llamados Trastornos Hipercinéticos o Trastornos de Déficit de Atención con Hiperactividad.
Como te imaginarás por su propia denominación, presenta una serie de síntomas agrupados en torno a tres áreas muy específicas: la Hiperactividad, el Déficit de la Atención y el Control de la Impulsividad.
En su mayoría, afecta a niños que están cursando primaria o elemental. Y es mucho más frecuente de lo que cabría esperar, pues se calcula que alrededor del 50% de los niños que son enviados a salud mental infanto-juvenil reciben como diagnóstico T.D.A.H.
En cuanto a las principales manifestaciones, nos encontramos con las siguientes:
- Actividad excesiva no relacionada con la tarea que se está realizando.
- Incapacidad para atender algo en concreto durante un periodo de tiempo.
- Dificultades para controlar impulsos de conducta.
- Problemas para relacionarse entre iguales y con adultos.
- Poco o nulo avance escolar.
- Baja autoestima.
Sin duda alguna, hay que ponerse manos a la obra ante el mínimo indicio que nos haga pensar que el niño padece dicho trastorno. Lo mejor es hablar con educadores para conocer de primera mano la situación y ponerse en manos de especialistas. ¡Mejor contar con profesionales!
Fuente: Psicodiagnosis.