
Tal y como vimos la semana pasada, los trastornos de la excreción en niños son condiciones que involucran la emisión inapropiada de orina o heces en lugares que se consideran inadecuados, ya sea de manera intencional o no, y que persisten durante al menos tres meses en niños con un nivel de desarrollo en el que se espera que tengan control sobre estas funciones, generalmente a partir de los 4 años.
¿Quieres saber más sobre este tema? Pues hoy te lo contamos todo en el blog del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología.
Causas y factores de riesgo
Los trastornos de la excreción en niños pueden tener diversas causas, que incluyen:
- Factores fisiológicos: Problemas en el desarrollo neuromuscular, como la madurez de los músculos de la vejiga y el control de los esfínteres.
- Problemas emocionales: Cambios en la vida del niño, como la llegada de un nuevo hermano, la separación de los padres o el estrés, pueden contribuir a estos trastornos.
- Problemas médicos: El estreñimiento crónico o las infecciones del tracto urinario pueden desencadenar enuresis o encopresis.
- Factores genéticos: Existe evidencia de que estos trastornos pueden tener una predisposición genética.
Abordaje y tratamiento
El tratamiento de la enuresis y la encopresis varía según la causa subyacente y las necesidades individuales del niño. Puede incluir terapia conductual, cambios en la dieta y el uso de medicamentos en algunos casos.
Es esencial involucrar a un profesional de la salud, como un pediatra o un psicólogo, para evaluar adecuadamente el trastorno y determinar la mejor estrategia de tratamiento.
Conclusión
Los trastornos de la excreción en niños, como la enuresis y la encopresis, son condiciones que pueden generar preocupación en los padres y afectar la vida del niño. Sin embargo, es importante comprender que estos trastornos pueden tratarse con éxito.
La identificación temprana, el apoyo emocional y el tratamiento adecuado pueden ayudar a los niños a superar estos desafíos y llevar una vida más saludable y feliz.