Según múltiples estudios, la pérdida de deseo constituye el primer problema sexual para las mujeres y el tercero para los hombres (entre un 14% a un 27%), pero los datos que aportan diferentes estudios son muy variables. Además, hay quien opina que se ha sobrevalorado la ausencia de deseo en la mujer y que las cifras están magnificadas.
Con este motivo, hace ya cinco años, desde el Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, y la Academia Internacional de Sexología Médica pusieron en marcha una investigación multicéntrica, de carácter internacional, para evaluar el nivel de deseo de la población y poder detectar qué número de personas presentan falta de deseo, con vistas a tomar medidas que puedan servir para mejorar su calidad de vida. Así nació el “Proyecto DESEA” cuya primera parte era elaborar un cuestionario que denominamos DESEA (DES-eo, E-strés, A-versión).
El objetivo del estudio ha consistido en verificar la prevalencia del deseo sexual hipoactivo teniendo en cuenta la relación de pareja y, por otro lado, la aversión al sexo.
De esta forma, tal y como ha afirmado Francisco Cabello, director del IASP, “DESEA es un cuestionario que sirve para medir, tanto en mujeres como en hombres: la falta de deseo “auténtico”, debido a conflictos de pareja (la pareja provoca estrés) y aversión al sexo, lo que permite, tras pasar el cuestionario, intervenir en el primer caso con una terapia sexual de crecimiento erótico, en el segundo con una terapia de pareja, y en el tercero con una terapia de exposición más ajuste diádico y crecimiento erótico, y muchas veces con intervención en trauma”.
Si quieres acceder al estudio completo pincha en el siguiente enlace: