A pesar de lo que mucha gente piensa, no todo el estrés es negativo ni perjudicial. Bien canalizado, el estrés puede reportar algunos beneficios en forma de motivación, ganas, y euforia.
Este tipo de estrés agradable, es conocido por los profesionales del sector como eustrés. En concreto, entendemos por eustrés el estrés que nos impulsa a afrontar los restos que se nos plantean en la vida, así como a superar situaciones complicadas.
Cuando sabemos combinar de manera práctica los sentimientos, pensamientos, y las emociones, provocamos el eustrés, y nos alejamos de ese modo, de las malas vibraciones del estrés negativo.
Dicho estrés negativo, denominado también Distrés, es el que tenemos que tratar de evitar cuando nos encontremos en situaciones límite, tanto mentales como físicas. El distrés está provocado en gran medida por desórdenes fisiológicos, y conlleva aceleración de las funciones de nuestro organismo, hasta el punto de que éstas dejan de funcionar de forma correcta y equilibrada.
Existen técnicas y métodos para lograr canalizar las energías de nuestro día a día para pasar del distrés al eustrés. No se trata de un tarea sencilla, pero a base de entrenamiento, y con la ayuda de un equipo de profesionales, como el que tenemos en el Instituto Andaluz de sexología y psicología, podremos lograrlo.
Cuando orientemos nuestra negatividad hacía el eustrés, seremos más felices sin duda, ya que en lugar de bloquearnos y culpabilizar a todo y todos los que te rodean de tus fracasos, conseguiremos aceptar la realidad, y buscarle el punto positivo a cada situación con la que nos encontremos.
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