En nuestra vida diaria y cotidiana alguna que otra vez, nos podemos encontrar personas tóxicas. Aquellas que no nos transmiten buenas vibraciones u otras que son pesimistas, inmaduras o egoístas. Algunos expertos en psicología los denominan vampiros emocionales, ya que nos “chupan” la energía vital para alimentar su negatividad.
El problema no solo radica en la molestia momentánea que nos provoca, sino también en la obligación de tener que relacionarnos con ellos día a día, por cuestiones externas a nosotros, ya sea por el trabajo, familiares o amigos cercanos entre otros. De echo, no debemos olvidar que estas emociones negativas son contagiosas, hasta tal punto que pueden provocar alguna que otra enfermedad.
Para ello, el primer paso que debemos hacer sobre las personas tóxicas es identificarlos ya que hay diferentes tipos:
- Pesimistas: La típica persona que ve el mundo de color gris, todo lo ve de forma negativa, y hacerle ver la realidad de las cosas es una misión imposible. Si mantenemos relaciones sociales con personas tóxicas pesimistas llegará un poco que nos provoque a nosotros adoptar la misma visión negativa de las cosas.
- Catastróficas: Estas personas tóxicas, además de ser negativas piensan en que tendrán daños colosales. Sus relaciones se basan en hablar de catástrofes y desgracias. Para estas personas, la vida gira en torno a peligros diarios.
- Quejicas: El típico amigo que se queja por todo, que nada le gusta, nada le conviene y nunca está a gusto. Siempre tendrá algún motivo por el que quejarse y estar enfadado. Tus problemas siempre serán menor que los suyos. No suelen escuchar a nadie, solo ellos.
- Criticones: Estas personas siempre tendrán algo que decir sobre lo que ha ocurrido entre otras relaciones de amigos, familiares o conocidos. Suelen despertar un sentimiento de inferioridad en los demás soltando críticas porque nada les parece bien. No olvidar tampoco el comportamiento que va ligado a estas actitudes.
- Sarcásticas: Las típicas “pullitas”, las bromas que se esconden detrás de una maldad. La ventaja está en que no puedes enfadarte porque ” se trata de una broma”. Su objetivo es bajar tu autoestima a base de lanzarte comentarios malos disfrazados de chistes.
- Agresivas: Ante cualquier estímulo, estas personas actúan de forma agresiva, violenta y por supuesto, desproporcionada ante la situación que ha vivido. Esto provoca en los demás que no puedas hablar con total libertad y naturalidad de ciertos temas para que esa persona no se ofenda y no actúe de forma agresiva.
- Indefensas: Es una de las personas tóxicas más difícil de reconocer, es aquella que pide ayuda todo el tiempo porque no es capaz de valerse por sí misma. Sientes tanta pena por ellos, que te pones a su disposición para ayudarles y te consumen toda la energía, incluso dañando tus relaciones interpersonales.