Las relaciones sexuales son una parte muy importante en nuestro estado mental y de ánimo. Nuestros problemas sexuales no se quedan en la cama mientras vamos a trabajar, sino que nos acompañan constantemente. Estas disfunciones sexuales implican malestar emocional, tristeza, inseguridad, complejos y todo tipo de problemas que se desplegarán en nuestras relaciones sociales.
Problemas como la falta de interés en el sexo, la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, el trastorno derivado del dolor persistente en el área pélvica durante o poco después de la penetración u otros tales como la aversión al sexo, nos llevan a establecer una barrera social ante el resto de personas, lo que lleva a situaciones de soledad, autorechazo y que nos alejan de las relaciones por falta de seguridad en nosotros mismos.
De esta forma, al relacionarnos con alguien socialmente, nuestra actitud puede verse condicionada por la tristeza ante la situación vinculada a las expectativas que hemos podido situar en el ámbito social o a nuestras propias expectativas, generando una frustración que puede derivar en una depresión y en complejos respecto a otras personas.
Por ello, desde el Instituto Andaluz de Sexología y Psicología aconsejamos la ayuda de un profesional en sexología o psicología, en función de donde se sitúe el problema. Todo problema puede abordarse, logrando que nuestras relaciones sociales y nuestro día a día no se vean afectados o por nuestros problemas sexuales o a solucionarlos para disfrutar de un día a día mucho más seguro y pleno.